La 4T y su nuevo decreto: “Habla bonito o mejor cállate”. La “Cuarta Transformación” ya no se molesta en fingir: si la crítica duele, la solución es censurarla. Y así, sin rubor ni vergüenza, MORENA acaba de aprobar en comisiones del Senado una reforma a la Ley Federal de Telecomunicaciones y de Radiodifusión que, lejos de promover libertades, amplía el control estatal sobre los medios, los periodistas y las plataformas digitales. Una ley que huele a censura no se vende como soberanía, aunque los operadores del gobierno quieran disfrazarla así. La nueva jugada de la 4T es simple: crear un “Observatorio de Medios” manejado desde el gobierno. Imponer regulaciones sobre los contenidos que se transmiten en radio, televisión y medios digitales. Castigar a quien no se alinee a la “narrativa oficial”. Artículo 19, Reporteros Sin Fronteras, y la misma CIDH ya advirtieron: este modelo atenta contra la libertad de expresión, establece mecanismos de censura previa y sienta un precedente peligrosísimo para cualquier democracia. ¿Pero eso importa? Claro que no: el objetivo es blindar el proyecto político y protegerse del espejo incómodo que son los medios libres. Y ahora viene lo más triste -y alarmante-: la flamante presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo, quien en campaña prometía respetar las libertades democráticas, ha guardado un silencio cómplice ante este atropello monumental. No ha dicho ni pío. Y su silencio dice más que mil discursos: aval total a la censura. En paralelo, los senadores y los diputados federales de MORENA -con una obediencia canina- levantaron la mano y aprobaron esta ley sin leerla, sin debatirla y, por supuesto, sin defender a la ciudadanía. Porque en el México de hoy, la lealtad al partido pesa más que la lealtad a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Mientras tanto, desde los micrófonos oficiales nos repiten una y otra vez que esta reforma es para “combatir la desinformación” -como si los incendios, los desaparecidos y la violencia fueran un invento periodístico-. Lo que no controlan, lo quieren callar. Lo que les incomoda, lo quieren borrar. La democracia, simplemente, la están aniquilando. ¿Libertad de expresión? Solo si es aplaudidora. ¿Crítica? Solo si es a modo. Así de claro: Claudia Sheinbaum Pardo calla. Los legisladores de MORENA obedecen. El poder avanza sobre las libertades mientras nos quieren vender censura como “soberanía comunicacional”. Nos prometieron transformación, y nos están dejando un país enmudecido. Prepárense: porque lo que no se aplauda, será criminalizado. Y lo que no se ajuste al discurso oficial, será eliminado del mapa informativo. La mordaza ya tiene nueva ley. Y el México libre… se queda sin voz, gracias a la “Cuarta Transformación” de MORENA y compañía…
CONTEXTO
En abril de 2024, la bancada de Morena en el Senado aprobó reformas a la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, proponiendo un «Observatorio de Medios» bajo supervisión de la Secretaría de Gobernación (SEGOB) y otras instancias.
Diversas organizaciones como Artículo 19, Reporteros Sin Fronteras, y la Sociedad Interamericana de Prensa advirtieron que estas reformas abren la puerta a la censura previa, vulnerando derechos fundamentales de libertad de expresión y acceso a la información.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión también emitieron comunicados preocupados por el retroceso democrático que implican estas reformas.
Todo este movimiento sucede en un contexto donde el presidente López Obrador cerró su sexenio acusando sistemáticamente a la prensa crítica de ser parte de un «bloque conservador» y «corrupto».
